Creo que soy un hombre normal, incluso dulce y romántico, pero también
considero que el sexo es el momento de dejarse llevar, dejarse hacer,
descubrir tus pequeñas perversiones, disfrutar de la humedad, de los
sonidos, del olor, de cada sensación, de sacar nuestro diablo y
disfrutar de lo que parece prohibido pero está para gozarlo, para beber
besos y semen, morder piel y sexo, penetrar lo deseado, para dar y
recibir, para compartir lo más íntimo de ti y luego vestirte de lo más formal
al día siguiente pero con el cuerpo y mente abiertos en todos los
sentidos... abiertos, o dilatados, para seguir disfrutando del placer de
abandonarse al placer.