El otro día comí con una amiga, y en la larga conversación que mantuvimos se colo el tema de nuestras vidas sexuales.
Ella se quejaba por exceso, y yo por defecto.
Y me preguntaba: "¿como te las apañas?".
Y a punto estuve de hablarle del "secreto" de mi blog, de mis escritos y fantasías, de este pequeño confesionario, de lo que me excito imaginando y leyendo, de los momentos de placer compartido en conversaciones ardientes, de los jadeos a través de teléfonos clandestinos, de las lecturas excitantes, y de que en definitiva, disfruto del sexo, aunque sean mis manos las que me proporcionen esos deliciosos momentos de placer.
