Porque mis manos arden de deseo por tocarte. Me queman.
Siente su calor al recorrer tu espalda, al buscar tu pechos, al recorrer tu vientre, al bajar por tus piernas, al sujetar tus nalgas, al subir por entre tus muslos, al encontrar la humedad de tu coño.
Mis manos arden, y mis labios... que no quieren perderse ni un centímetro de tu piel. Desean explorarte toda, sin prisa, gozándote, haciéndote gozar, bebiendo de ti.
Mis labios y mi polla.. que muere por sentirse enterrada en tu coño, devorada por tu boca, acariciada por tus manos.
Ardo, quemo, deseo.
Has encendido un fuego en mi... y no quiero apagarlo. Quiero sentirlo vivo dentro de mi.