domingo, noviembre 16, 2014

Imaginó

El imaginó y visualizó mil veces el placer de ella.


Compuso mil sinfonías de jadeos en su cabeza, y otros mil coros de orgasmos húmedos y deliciosos.

Para el no habría mayor placer que el placer de ella.

Y le daba igual imaginarla sola, con el, con más: Siempre que ella le regalase una mirada lasciva y excitada, se daría por satisfecho.

Hasta que un día imaginó que dejaba de imaginar, y para seguir vivo, decidió seguir imaginando. Y recordando.






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