Impaciente, sensual, llena de deseo, ella espera.
No quiere imaginar nada para no avivar aun más los nervios que siente por volver a verle.
Solo sabe que además de por el tiempo que llevan separados, hoy será diferente por algo... misterio que el no le ha querido desvelar.
Mientras, duda: "¿vestida? ¿o desnuda?"
Y en su duda, ni vestida ni desnuda, espera esa llamada: "Bella, en 5 minutos llego. Te deseo".
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