jueves, enero 10, 2019


Quieta, excitada , se deja… sólo una caricia… o dos… todo su sexo, y sin parar,  más allá, hasta los delicados y sensibles pliegues de su ano.

Luego los labios, la lengua… disfrutando ella de su adoración, y el del sabor, de las reacciones, de su humedad…

Posteriormente su glande debería deslizarse en el surco que acaba de quedar lubricado, sin penetrarla, frotando, provocando…. 

El final, que lo elijan ellos.

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