¿No os pasa a vosotr@s que las mejores vistas, las más excitantes, no son las formas perfectas y suavizadas por el filtro de la app de turno con las que nos saturan los medios y redes sociales sino las deliciosas curvas, arrugas, estrías y demás ingredientes de ese cuerpo deliciosamente natural que se te expone y se te ofrece a ti, solo a ti, para abrazarlo tú, acariciarlo tú, lamerlo tú y poseerlo tú?
Sí, ese que vas a hacer tuyo a la vez que entregas el tuyo.
¿No os pasa? Porque a mi sí…
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